martes, 11 de octubre de 2011

Me lo arrancaron




Os voy a contar como sucedió que morí pero no... Me arrancaron el corazón, se convirtió en un despojo más, latiendo entre basuras, no quería, pero me lo arrebataron, después fue mi mente, ya no me pertenecía, me la sacó, no se lo permití, pero lo hizo, el aliento, me lo robó, tanto tiempo y me lo robó, o se lo insuflé, el caso es que lo perdí, entre los despojos de mi corazón se hallaban también mis pulmones, luego fue mi piel, que ya no se tenía sobre mi cuerpo si no la acariciaba, por fin mis ojos cayeron porque no querían ver nada que no fuese ella, mi olfato sólo quería sentir el perfume de su pelo, se atrofió, mis manos se atrofiaron, si no estaban sobre su cuerpo no querían tocar nada, mis piernas dejaron de responder cuando dejé de hacer ese largo camino hasta su casa, me fui convirtiendo en un muerto, sí, ese día morí, pero... mi corazón seguía latiendo, no lo entendía, estaba entre despojos, como podía ser, no estaba entero, sólo medio, dónde estaba la otra mitad, no lo sé, pero la otra mitad me mantiene vivo en este estado... semiapocalíptico, me mantengo vivo porque la mitad de mi corazón late en algún lugar... y vuelven a caer las hojas de los árboles...

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