domingo, 15 de junio de 2008

Valenciano, Carbonero, Golondrina y una historia de hospital

Entrar en un hospital es como entrar en una obra de teatro que esta totalmente condensada, como la del anuncio, alli no solo se sufre, también se ven las vidas que se van y las que vienen, la alegria de un padre por su hijio recién nacido, y la pena de un hijo por el padre que se va, y entre todo eso un recuerdo de mi abuelo, el recuerdo de sus tres mulos, Valenciano, Carbonero y Golondrina, que era la más mansa...

1 comentario:

Galastah dijo...

Estoy totalmente de acuerdo contigo en cuanto a lo de los hospitales, es un mundo aparte. Yo los llamo el "submundo". Es como una entidad al margen del mundo cotidiano que conocemos, afectado de prisas y preocupaciones varias y de lo más variopintas. En los hospitales, el tiempo se ralentiza, todo tiene otro valor. Como tú has dicho, es como un teatro condensado de la vida, una brutal síntesis de alegría y tristeza, de vida y muerte.
Por cierto, un ole por la vida rural y por esos lugares de España en los cuales aún se puede percibir. Tres hurras por los tres burrillos de tu abuelo.