viernes, 2 de septiembre de 2011

Cuando la inversión se considera un gasto.





En estos días inciertos, como decían los Celtas Cortos, varios personajillos se dedican a vilipendiar el sector de la educación.
El sector de la educación es un sector bastante especial, haciendo mías las palabras de un pedagogo amigo mío, en el que todos se atreven a opinar porque todos han pasado por él en algún momento de su vida, padres, alumnos, políticos (bueno, algunos políticos no estuvieron en él mucho tiempo) y todos tienen la misma imagen, los profesores trabajan poco. No sé por qué se transmite esa imagen, ya que un profesor está 23 horas en el centro, de las cuales 18 son lectivas, las cinco no lectivas se reparten entre guardias (vigiliancia de un aula cuando falta un compañero), tutorías (eso que pueden usar los alumnos para resolver dudas o los padres para analizar junto al docente la educación de su hijo) que en la mayoría de los casos son por la tarde y vigilancia del recreo, hasta ahí llegan las horas obligatorias. Luego tiene otras horas de asistencia al centro, entre las que se encuentran los claustros, las reuniones de departamento, los consejos escolares, etc... y otras horas que no aparecen en ningún sitio como las de preparación de clases (hay gente que piensa que dar clase es llegar y leer el libro o soltar lo primero que se te pase por la cabeza), las excursiones, la búsqueda de material, etc... En realidad deben ser 37.5 horas, pero conozco docentes que trabajan en torno a 50 horas semanales, o dejo un enlace al post de un compañero que resume bastante bien como debe ser el trabajo de un docente (pincha aquí.)
Además de todo esto debemos estudiar unas oposiciones totalmente injustas como ya conté aquí, en las que si no sacamos una notaza no volvemos a trabajar y no todo el mundo concurre en las mismas condiciones gracias al decreto 302.
Pero el problema que quiero contar no es sólo este, es el qué ocurre con una sociedad que considera la educación un gasto y no una inversión, ocurre lo que sucede en España, que los profesores no sólo se deben conformar con tener grupos de 35 en lugar de 25, con ser agredidos física y verbalmente por aquellos a quienes tratan de enseñar y sus padres, con tener que aguantar a directores en ocasiones despóticos (por suerte son los menos) sino que como decía un comentario en 20minutos ya eliminado pero que me marcó "deberían pasar hambre para que quedaran sólo los que tiene vocación" quieren que volvamos a lo de "pasar más hambre que un maestro."
Eso ocurre porque la educación no es una inversión cuando si lo es, es una inversión en el futuro de España, en su I+D, en su conocimiento acerca de la historia, del lenguaje, de nosotros mismos y de los demás, es una inversión para que España no se pare, para que España mejore, es una inversión para que el día de mañana no tenga que morir gente de cáncer, de Sida o incluso de viejos, para que el día de mañana podamos llegar a Marte o descubrir nuevos planetas, para que en un futuro tengamos la solución a la crisis energética y/o de recursos que se nos viene encima.
El problema es que nuestros políticos son cortoplacistas, generalmente piensan en los 4, 8 ó 12 años que pasan en el sillón y como mucho en sus hijos (que van a escuelas privadas, incluso los hijos de los comunistas) y consideran que la educación es un gasto y no una inversión y ahí se equivocan.
El problema es que esto no es cuestión de a quien votes, porque todos tienen la misma opinión.
Pd. Me molesta mucho que Esperanza Aguirre se queje de que los profesores trabajan poco, no sé si lo hace por desconocimiento o adrede, sin embrago ellos si que se quejaron amargamente hace unos meses de que la población decía que los políticos trabajaban poco y que éramos muy malos por ello y ahora nos saltan con estos. Para muestra un botón.