martes, 5 de octubre de 2010

Espejos (o vidas ejemplares)

Este fin de semana pasado he estado en Granada y no he podido evitar pasar por la cripta de Fray Leopoldo de Alpandeire junto a los jardines del Triunfo, donde en una pequeña Iglesia en la que no caben más de 40 almas estaba celebrando misa el obispo de Granada.
Me quedé sorprendido al ver la pequeña cripta donde había algunas imágenes de la vida de Fray Leopoldo que respondían a las siguiente palabras de Jesús:
Porque tuve hambre y me diste de comer.
Porque tuve sed y me diste de beber.
Porque estuve enfermo y me visitaste.
Porque tuve frío y me vestiste.
Fray Leopoldo pues fue una imagen en la que mirarnos, al final del post contaré alguna anécdota de su vida en torno a alguna de las virtudes que este hombre desarrolló.
En un tiempo en el que la imagen de la Iglesia es la de los sacerdotes pederastas, creo que también nos ofrece espejos en los que mirarnos, vidas que imitar,... y sería necesario que aprendiésemos más de ellos, de su humildad, de su servicio, de su buen hacer,...

Otra santa que tuvo una vida ejemplar fue Santa Juana Jugán, fundadora de las hermanitas, que también dedicó su vida a los más pobres, en este caso a los ancianos y también como limosnera, aunque tuviese que vencer su gran vergüenza a pedir en la calle.

Ambos se caracterizan por ser limosneros sin gustarles demasiado esa misión, pero desempeñándola con especial fervor y atención a los pobres. Además de estar novios y abandonar a sus parejas porque Dios los llamó a su servicio.

De Fray Leopolodo cuentan que siendo niño, lo mandó su madre por aceite y por el camino se encontró a un pobre y le dió los pocos reales que le había dado su madre, volvió a casa para decírselo a su madre, pero cuando entró en casa descubrió que tenía en el bolsillo la misma cantidad que había dado al pobre en el bolsillo. Ya de mayor como limosnero cuando iba a pedir repartía el dinero entre los pobres, los frailes mayores le regañaron por esto, entonces él, ante la imposibilidad de dar dinero y encontrándose a un mendigo sin calzado se quitó sus botas y se las entregó, cumpliendo con una de las frases que citaba antes "porque tuve frío y me vestiste".
De Santa Juana cuentan que como limosnera pasó muchas penurrias, una vez llegó a una cas, llamó para pedir y la recibieron con un bofetón, muy seria ella dijo "muy bien, esos para mí, pero y para mis mayores...." Además de que un cura soberbio le quiso robar la obra y ella nunca se quejó, este hombre es el padre La Paillie y en algunos textos todavía figura como fundador, aunque hoy sabemos que fue ella quien acogió a los primeros ancianos y quien puso en marcha el movimiento de las Hermanitas de los Pobres.

Como os digo, siempre tenemos espejos en los que mirarnos, y todos estamos llamados a la santidad... os dejo el ejemplo de Santa Gemma, cuentan que cuando la bautizaron la madre no estaba de acuerdo con el nombre porque no había ninguna santa con ese nombre y el párroco, muy comprensivo dijo algo como "alguna tiene que ser la primera" y efectivamente ella lo fue.

Os dejo con eso para que reflexionéis, un besito a todos.

Ps. El día de Santa Juana Jugán es el 30 de agosto.
El de Santa Gemma el 14 de mayo.
Fray Leopoldo aún no tiene onomástica, pero estoy seguro que no tardará mucho...

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